El 70 por ciento de la población francesa teme que se produzca un estallido social en los próximos meses debido al deterioro de las condiciones de vida fruto de las políticas capitalistas.
El sondeo fue realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) e indica que el creciente desempleo y los proyectos de despidos masivos en varias grandes empresas figuran entre las principales causas del malestar de la población.
Se suma a ello los pobres resultados de la economía, que este año solo crecerá 0,1 por ciento, y la ausencia de una respuesta enérgica del gobierno para enfrentar estos problemas.
El análisis del IFOP señala que entre los obreros la aprehensión por el riesgo de turbulencias sociales alcanza el 81 por ciento, es decir, once puntos por encima de la media nacional.
La percepción es menor entre los profesionales liberales y los funcionarios y directivos de empresas, con 57 puntos, según el sondeo.
En febrero pasado el ministro del interior francés, Manuel Valls, advirtió sobre un aumento del descontento social y ordenó a las fuerzas policiales incrementar la vigilancia en las fábricas y comunas donde se registra mayor tensión.
La Confederación General del Trabajo criticó en esa oportunidad el aumento de agentes de la policía en los alrededores de algunos centros de trabajo y aseguró que esas medidas provocan mayor inestabilidad entre los asalariados.
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