Ayer, leyendo las declaraciones de un hombre que vivió el tremendo tornado de Oklahoma me aclaró el porqué desde hace unos años se hacen tantas películas sobre desastres climáticos y apocalípticos.
“Era como en la película Twister“, dijo este hombre.
“Era como en la película Twister“, dijo este hombre.
Bien, ahí está una de las claves de Hollywood: cuando ya has visto en una película lo que será realidad, te lo puedes creer como algo “normal” y no elucubrarás en lo extraño que es que sucedan estos repentinos “accidentes meteorológicos”, muy probablemente, de origen artificial.