La Agencia de Normas Alimentarias (FSA, por sus siglas en inglés) británica ha descubierto niveles elevados de una sustancia cancerígena en 14 productos distintos, incluidas las patatas fritas de la popular cadena de comida rápida KFC.
La principal preocupación de los expertos la representa la acrilamida, que se forma en productos tostados o fritos a temperaturas muy altas y que puede provocar cáncer si es consumida de manera regular.
Los mayores índices de acrilamida se encontraron en las patatas fritas de las marcas Burts, Tesco, Tayto y también de la cadena de restaurantes KFC.
La sustancia tóxica aparece también en los cereales para el desayuno Tesco y Co-op’s e incluso en las galletas Fox’s Ginger y TUC.
La FSA señala que de momento los niveles de acrilamida no superan lo permitido, pero han aumentado notablemente en comparación con estudios anteriores.
Por su parte, fabricantes como Burts admiten que apareció una mayor cantidad de acrilamida en esos productos debido a las condiciones meteorológicas que cambiaron el nivel de azúcar en las patatas y cereales, lo que influye en los niveles de la sustancia cancerígena.
KFC señaló en un comunicado que se trata de “un solo caso de resultados irregulares” y que esos índices “han sido siempre más bajos en otros análisis” a los que se someten sus productos.
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