El plan de la Reserva Federal para bloquear la economía e imponer un gobierno mundial con un sistema autoritario y una policía económica para controlar a cada estado requerirá un gran argumento.Y ese requisito puede muy bien ser una nueva guerra en la península coreana.
Debería ser obvio a estas alturas que la llamada flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal amañadas en los mercados financieros mediante la compra de bonos, letras del tesoro, etc, está creando una enorme burbuja de activos financieros que va a estallar en cualquier momento.
Si quiere tener una idea de lo que se cuece en la Reserva Federal, lea el artículo de David Stockman publicado en el New York Times el domingo pasado.
“Se está inflando una colosal nueva burbuja en Wall Street,que cuando estalle será insostenible”, dice Stockman.”Y cuando estalle, no habrá nueva ronda de rescates como los que los bancos obtuvieron en 2008.En cambio, los Estados Unidos se sumirán en una era de suma cero, austeridad y conflicto político muy agresivos, borrando incluso los restos débiles actuales de crecimiento económico”.
Stockman continúa: “Las depresiones económicas los banqueros las utilizan para iniciar las grandes guerras.No sólo porque las guerras son notablemente rentables para el complejo militar-industrial, sino porque sirven como una herramienta ideal para la consolidación de la riqueza y las ventas en caso por sus consecuencias.
Las grandes guerras también son la excusa ideal para imponer la disciplina rígida sobre las masas.Así las personas se sumen la miseria absoluta y la servidumbre. La segunda guerra mundial siguió a la última Gran Depresión,directamente causada por la Reserva Federal.
El comunismo, como escribió Antony C. Sutton, fué creado por Wall Street. El capo globalista David Rockefeller ha elogiado en numerosas ocasiones su eficacia en China bajo el terrible asesino de masas Mao.
A medida que se intensifica la crisis económica y el sistema basado en la deuda de bancos centrales es evidente de que ya no se puede volver a inflar la burbuja de activos mediante la creación de la nada,así que “una racionalidad económica y política para la guerra es fácil de conseguir,” dice Justin Raimond.
“Se dice que la Gran Depresión sirvió de punto de inflexión para la empezar la Segunda Guerra Mundial”, dice Raimond.”La verdad es que, en tiempos de guerra, cuando la gente se centra en sobrevivir, los problemas económicos están fuera de lugar”.
La escasez y la caída de los niveles de vida fueron enmascarados por un sistema de racionamiento en tiempos de guerra y las expectativas muy bajas.Y así como la Segunda Guerra Mundial habituó a los estragos económicos forjados por las élites,la Tercera Guerra Mundial proporcionará un montón de cobertura para una toma de control virtual de toda la industria por el gobierno y la demonización de toda la oposición política como “terrorista”.
También proporcionará cobertura para “el nuevo orden mundial”, plan que están ansiosos por instalar.
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