La deuda pública española ha alcanzado un nuevo récord histórico: 1,232 billones de euros, según datos del Banco de España. Esta cifra, equivalente al 117,8% del PIB, añade 29,6 puntos del PIB y 310.000 millones de euros a la “oficial” para Eurostat (88,2% del PIB) al incluir a todas las entidades y sociedades del sector público, que son excluidas por la oficina europea.
La deuda pública, según estos datos del Banco de España, engordó en 56.236 millones de euros en el primer trimestre del ejercicio, hasta superar por primera vez en la historia los 1,2 billones de euros. En términos del PIB, el incremento fue de 5,7 puntos respecto al cierre de 2012.
La diferencia entre este 117,8% del PIB y el “oficial” 88,2% del PIB es que la primera cifra incluye la consolidación de todos los entes y empresas con participación del sector público, a diferencia del dato que valida Eurostat, que deja fuera de la contabilidad a las entidades en las que las instituciones no tienen una participación superior al 50%.
Por ejemplo, una de las que se incluye en el 117,8% del PIB y no en el 88,2 es la Sareb (banco malo), ya que, aunque el Estado es el primer accionista, no alcanza el 50% del capital.
Sin estos maquillajes, la Administración Central suma una deuda del 87,5% del PIB, casi 11 puntos más que la cifra contabilizada por Eurostat. Las comunidades autónomas tienen otros 224.000 millones de euros en créditos, una cifra equivalente al 21,5% del PIB; mientras que las corporaciones locales tienen una deuda del 6,4% del PIB, más de 65.000 millones de euros.
Esta inmensa deuda, cercana ya a la de países como Italia (120% del PIB) o Grecia (156% del PIB) preocupa cada vez más a los expertos. Hace unas semanas, David Taguas, ex director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno durante la época de Zapatero, advirtió que ”habría que subir los impuestos a nuestros hijos” para pagar la deuda acumulada durante la crisis.
En los últimos días, se ha rumoreado con una posible rebaja del rating español, aunque por el momento no se ha llegado a materializar.
Fuente: Invertia
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