En este inigualable escenario se congregaron lugareños y extranjeros para recibir al astro rey y el comienzo de un nuevo ciclo
En Chichen Itzá, México, miles de personas se han reunido para recargar energía con la salida del sol de este 21 de diciembre, que, como se sabe, es el comienzo de una nueva era y no el fin del mundo.
Chichén Itzá (“boca del pozo de los brujos de agua”, en la lengua maya de Yucatán) es uno de los lugares arqueológicos más representativos de los mayas y está ubicado en la península de Yucatán, en el sureste de México. En este inigualable escenario lugareños y extranjeros se congregaron desde las 12:15 hasta las 12:30 GMT para recibir al astro rey en un acto que fue retransmitido por RT.
En el mercado del lugar, algunas personas organizaron pequeños espectáculos para recibir el nuevo ciclo vital y miles de turistas de todo el mundo se dieron cita para observar el ‘fin del mundo’. El lugar estuvo reforzado con seguridad por el temor de que los ‘apocalípticos’ causaran alguna situación de emergencia.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estimó un escenario comparable a las celebraciones del equinoccio, cuando los rayos del sol proyectan una sombra que desciende por las escalinatas de la construcción piramidal que asemeja a una serpiente, un espectáculo único en el mundo.
Los mayas dejaron documentado el fin del ciclo en monumentos como la piedra 6 de Tortuguero, hallada en 1958 en el estado mexicano de Tabasco, donde se narran varios acontecimientos, entre ellos, la culminación del decimotercer baktun.
En el calendario maya simplemente está señalado este 21 de diciembre de 2012 como el fin de un ciclo, y mientras los ‘apocalípticos’ lo ven como el día del juicio final, los especialistas ven en él un simple cambio de época anunciado por una civilización que nunca concibió la idea de un colapso planetario.
EFE
AFP / Pedro Pardo
AFP / Pedro Pardo
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Fuente: RT
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