http://www.espiaenelcongreso.com/ 23 septiembre 2013
El rey será operado este martes en el Hospital Quirón de Pozuelo (Madrid) y el dineral que costará esta intervención quirúrgica lo pagarán de nuevo los contribuyentes españoles, a pesar de realizarse en una clínica privada y con el equipo médico del doctorMiguel Cabanela, traído expresamente desde EE.UU. No obstante, coincidiendo con este pésimo ejemplo, todo son malos precedentes y aún peores presagios: Juan Carlos tendrá como vecino a uno de sus más temibles adversarios ideológicos, el notario y abogado republicano Antonio García Trevijano, que reside junto al hospital (Urbanización Somosaguas).
Además, los pacientes del hospital Quirón, como el resto de los centros sanitarios españoles, sufren habitualmente robos y hurtos (incluso padeció un asalto nocturno a su caja fuerte), algunos trabajadores han denunciado que en las intervenciones quirúrgicas se utiliza material usado (catéteres), incluso médicos han trabajado sin contrato laboral y por sueldos miserables, se han producido despidos… Y para colmo, el rey estará internado hasta el próximo sábado 28 de septiembre, día en que 75 organizaciones ciudadanas españolas han convocado a las 18.00 horas una manifestación en Moncloa y a las 19.00 una concentración en la Plaza de Oriente con el lema de “Jaque al Rey”. La movilización de protesta contra el régimen, organizada por la popular “Coordinadora 25-S” (que ya organizó la exitosa protesta de “Rodea el Congreso”), ha sido apoyada por personajes como Carlos Bardem, Zesar Corella, Jesús Gómez, Juan Carlos Monedero, Javier Parra y Carlos Taibo.
Esta semana toda España tendrá que contener la respiración a causa de su monarca y de la “sobredosis” informativa que siempre acarrea: este martes se operará por decimocuarta vez (9 intervenciones en los últimos tres años) en los quirófanos de la planta baja del hospital y este sábado tendrá que aguantar una manifestación que bajo el lema de “Jaque al rey” pretende llenar la Plaza de Oriente de Madrid.
Sobre esta última protesta, los medios de comunicación oficiales han guardado un unánime silencio, mientras que la delegada del Gobierno,Cristina Cifuentes, ha ordenado desde la clínica donde está hospitalizada, un férreo dispositivo policial que pretende impedir el derecho a la manifestación de los ciudadanos que desean secundarla. Cifuentes, que sufrió un accidente tras invadir con su moto el carril bus del Paseo de la Castellana, pretende dirigir el operativo policial desde el Hospital La Paz, al cual va a destinar 1400 agentes que le ha brindado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Una vez más, los gobernantes españoles (partidos y sindicatos no apoyan la protesta ni han sido invitados) ofrecerán al día siguiente al mundo la imagen de la represión policial frente a un pueblo acosado por el paro, la desnutrición infantil y el exilio laboral a causa de la creciente corrupción política.
Sin embargo, lo que le preocupa a los principales políticos españoles no es el desempleo o el hambre y miseria de una buena parte de la población, sino el estado de la cadera del rey. El monarca ha buscado nuevos galenos porque culpa a los anteriores médicos que lo trataron cuando éstos alegan que ha sido el paciente quien se ha saltado la prescripción de reposo absoluto. Por esta razón, fuentes médicas conocedoras del caso aseguraron al “Espía en el Congreso” que aunque Juan Carlos dude de la profesionalidad de los doctores de las clínicas San José (Madrid) y Planas (Barcelona), así como del doctor Angel Villamor y su equipo, que fueron quienes lo trataron anteriormente, “volverá a recaer porque es un paciente caprichoso que no obedece la prescripción médica”.
Sea lo que fuere, el Hospital Quirón ya ha acogido a personajes muy relevantes, desde el empresario y vicepresidente del Real Madrid, Fernando Fernández Tapias, a uno de los hijos de Alvarez Cascos (que armó un maleducado y prepotente altercado), al cineasta Pedro Almodóvar (fue una vez y no regresó nunca más)… y a todo el “gotha” de las finanzas y la política española. Allí opera, entre otros, el hijo de Guillermo Galeote, un prestigioso galeno que nada tiene que ver con las andanzas de su padre, homónimo y encausado en el “caso Filesa”, el escándalo de financiación ilegal del PSOE que quedó prácticamente impune.
El día a día del hospital es llevado con discreción y buena mano por Lucía Alonso, la gerente y doctora, una mujer eficaz y mano derecha de Pilar Muro, la dueña del emporio “Quirón”, que saltó a la fama tras el secuestro y asesinato de su marido, Publio Cordón, a manos de la banda terrorista Grapo. Y es que además la política laboral del hospital, con numerosos médicos subcontratados que regentan sus oficinas y equipos, no es precisamente modélica: algunos galenos han estado ejerciendo para otros sin contrato y por sueldos miserables,trabajadores han denunciado que en las operaciones de corazón se utiliza material usado (catéteres), la filiación sindical es perseguida por la empresa siguiendo el modelo de “El Corte Inglés”, (en España los sindicatos solo defienden a los trabajadores públicos porque dependen financieramente del Estado y para ellos el despiadado sector privado no existe).
Toda esta situación ha provocado que el despido sea un arma que se esgrime para mantener unas relaciones laborales que algunos médicos y sus asesores ejecutan con métodos medievales y de hecho la “no renovación” de contratos (que es el eufemismo que se emplea en España para despedir o amenazar a los trabajadores) ha sido una práctica habitual en Quirón durante los últimos años.
Para colmo de males, a la Monarquía le espera el sábado su segunda prueba de fuego: la manifestación del 28-S ha sido organizada por la coordinadora que logró la exitosa movilización de “Rodea el Congreso”, pero esta vez se presenta además arropada por 75 organizaciones de toda España y por un ingenioso vídeo de animación digital. El régimen no desea que el sábado los ciudadanos se acerquen siquiera a la Plaza de Oriente y pretende impedir a toda costa el derecho a la manifestación que consagra la Constitución.
Para ello, arrogándose el papel de los jueces, la reprimirá de manera preventiva e impedirá el acceso con un fuerte dispositivo policial y numerosas vallas como las que ahora sitian el Congreso de los Diputados, un recinto al que ya no se puede acercar el pueblo. El miedo que embarga a sus señorías es tal, que durante la ya histórica manifestación del 25-S, tanto Mariano Rajoy como el propio Juan Carlos huyeron de España y viajaron a Nueva York para intentar contrarrestar desde allí la protesta ciudadana con sendas entrevistas con “The New York Times” y “The Wall Street Journal”.
No obstante, la estrategia diseñada por el jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, y su jefe de prensa,Javier Ayuso, les salió por la culata, pues pensaban que los periodistas norteamericanos podían ser presionados como los españoles: la maniobra causó el efecto contrario y el NYT aireó que la fortuna de Juan Carlos en el extranjero ascendía a 1500 millones de euros mientras que el WST comparó la manera de llevar la economía española de Rajoy con la de un “conductor suicida”.
El transitorio cambio de domicilio de Juan Carlos, que durante esta semana residirá en este hospital de Pozuelo de Alarcón (Madrid), está plagado de anécdotas. El alcalde de la localidad era Jesús Sepúlveda (PP), elex marido de la ministra Ana Mato, de la que se separó para irse a vivir con su jefa de prensa, Natalia Kremel Baeza, veinte años menor que él. El también ex senador fue expulsado del PP por el “caso Gurtel”, pero sin que haya tenido que devolver el dinero robado, pues lo único que ha perdido Sepúlveda ha sido a su novia, hija del actor Joaquín Kremel y de la cantante Elsa Baeza.
Además, Juan Carlos tendrá como vecino a un ilustre republicano: el abogado Antonio García Trevijano, que lleva reclamando un referendum sobre Monarquía o República desde antes incluso que muriera Franco y que con sus numerosos libros – el más célebre es su “Teoría Pura de la República”- se ha convertido en el referente ideológico del republicanismo intelectual en España.
Trevijano vive en la vecina urbanización de Somosaguas, junto a la cual está también el recinto de Prado del Rey, una de las sedes más conocidas de Radio Televisión Española y refugio de muchos periodistas que apenas simpatizan con la causa monárquica tras los severos recortes padecidos. Juan Carlos también será vecino del empresario José María Ruiz Mateos, que enloqueció cuando el presidente socialista Felipe González y el ministro Miguel Boyer le expropiaron su emporio “Rumasa”. Ruiz Mateos denunció entonces que había financiado bajo cuerda al monarca con maletines llenos de dinero y aportó ante un juez los datos, fechas y cantidades de las entregas en Zarzuela, reclamando el libro de visitas que las acreditaban. El caso nunca fue investigado y el empresario, que llegó a ser elegido eurodiputado, fue encarcelado.
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